"¿Ves al hombre allí?" preguntó el guardia de seguridad, señalando a un hombre mayor con un perro atado. "Antes tenía dos perros; ahora sólo tiene uno".
Estaba en un paseo junto con el guardia de seguridad, esperando que el reloj marcara las 10 pm para poder ingresar al edificio de un cliente. Mientras esperábamos, las palabras del guardia sobre el dueño del perro quedaron en mi mente.
A través de la experiencia y la intuición, un/a guardia se sintoniza con cambios sutiles e irregularidades en su entorno, detectando cuando algo no está bien. Esta capacidad de confiar en la intuición, la inteligencia emocional, la adaptabilidad y la capacidad de tomar decisiones complejas es lo que caracteriza a los grandes guardias de seguridad. También es lo que nos hace humanos.
Escepticismo hacia las innovaciones disruptivas
En las conversaciones sobre el futuro del trabajo y la tecnología, a menudo surge la preocupación de que los robots y la IA (Inteligencia Artificial) reemplacen los trabajos humanos, especialmente en seguridad, donde el papel de la tecnología está creciendo. Sin embargo, es fundamental recordar que la presencia humana sigue siendo invaluable. Una conversación más interesante es: ¿Cómo puede la tecnología aumentar la presencia humana en lo que respecta a la seguridad?
A lo largo de la historia, la gente a menudo ha desconfiado de los inventos nuevos y disruptivos. Imagina el escepticismo de los mineros cuando se les pidió por primera vez que llevaran un canario enjaulado a las profundidades de las minas. De manera similar, la línea de montaje de Henry Ford también enfrentó una resistencia inicial. Sin embargo, la historia ha demostrado que muchos inventos han mejorado significativamente la seguridad en trabajos peligrosos, han aliviado la dificultad de tareas desafiantes y han infundido disfrute en trabajos aburridos.
Lo mismo puede decirse sobre el aprovechamiento de las nuevas tecnologías para mejorar las medidas de seguridad actuales. La tecnología no sólo nos ayuda a ahorrar tiempo (que, en nuestro mundo acelerado, se ha convertido en uno de nuestros bienes más preciados), sino que también ayuda a crear entornos más seguros y eficientes. En esencia, las innovaciones en tecnología de seguridad sirven para aumentar la presencia humana.
Empoderar –no reemplazar– a los guardias de seguridad
Si bien los gigantes tecnológicos poseen gran parte del ámbito digital, la industria de la seguridad tiene una capacidad única e indispensable para cerrar la brecha entre los mundos digital y físico.
Con cientos de miles de profesionales de la seguridad en todo el mundo, nuestra industria adopta esta doble función: tiene una presencia en el sitio potenciada por la tecnología e impulsada por los datos. Esta presencia es la columna vertebral de muchas operaciones de seguridad modernas y es un testimonio de que la tecnología no reemplaza a los humanos, sino que los empodera para mejorar nuestras capacidades.
Por ejemplo, en lugar de enviar guardias de seguridad a un lugar sin ninguna información, podemos utilizar los datos y las herramientas a nuestra disposición para proporcionar información útil, como incidentes anteriores, mapas de pisos y problemas conocidos. Esta actualización digital nos permite aprovechar el conocimiento y la experiencia de nuestros guardias de manera más eficiente cuando manejan situaciones en las instalaciones.
Dotar a las y los guardias de seguridad de tecnología significa facilitar su trabajo, liberarles tiempo para centrarse en cuestiones más complejas, automatizar tareas administrativas rutinarias e, idealmente, hacer que su trabajo sea más agradable.
Aprovechar las habilidades humanas únicas
La tecnología de seguridad ha avanzado significativamente a lo largo de los años, con mejoras en la inteligencia artificial, el aprendizaje automático y el análisis de datos que hacen que los sistemas de seguridad electrónicos sean más poderosos que nunca.
Aún así, la experiencia humana sigue siendo irremplazable en áreas críticas. El equipo de seguridad desempeña un papel fundamental en el monitoreo y mantenimiento de los sistemas, reconociendo cambios ambientales sutiles o signos de comportamiento sospechoso, evaluando intenciones en lo que respecta al control de acceso y tomando decisiones informadas en situaciones de emergencia. Por ejemplo, los guardias pueden priorizar la evacuación de áreas específicas según su evaluación, considerando factores como el comportamiento de la multitud y los riesgos potenciales.
En última instancia, lograr el equilibrio adecuado entre la intuición humana y la tecnología es la clave del éxito. Las habilidades únicas y la adaptabilidad de los profesionales de la seguridad, combinadas con el poder de la tecnología y los datos, ayudan a crear un programa de seguridad más sólido y pueden mejorar la preparación y respuesta de una organización a los desafíos dinámicos.
Mientras estamos en medio de una revolución digital, no se puede subestimar el valor de los profesionales de la seguridad. Son el eje que ayuda a garantizar que la tecnología siga siendo una herramienta poderosa que se aprovecha al máximo.
La tecnología de seguridad proporciona capacidades, datos y conocimientos críticos, y los profesionales de la seguridad añaden esa capa crucial de comprensión, instinto y adaptabilidad. A medida que las empresas navegan en un mundo impulsado por la tecnología, es importante reconocer que tanto la tecnología como las personas son igualmente indispensables. Juntos, crean una fuerza formidable para salvaguardar nuestra seguridad.